miércoles, 1 de junio de 2016

Fuego que quema el alma

Buenos días, renacidos. Hoy me he levantado con After entre las pestañas. Nada más despertarme he corrido a buscar el libro que me mantiene absorbida a una historia tan real que parece imposible que sea de mentira. Es de Anna Todd y desde que he empezado a leerla, puedo jurar que me he enganchado a esta escritora. Sabe perfectamente como plasmar la pasión, las mentiras y el amor de una forma real y tangible. Es por eso, que hoy he decidido evolucionar en mis entradas y escribir algo relacionado con la pasión. Mi fuente de inspiración sin duda es After. Creo que me ha cambiado esta lectura demasiado jaja.  Como creo que el culpable es esta preciosa historia formada por 5 libros, os dejaré un link con la sinopsis por si alguien se anima a leerlo. Os lo hiper recomiendo. Necesitáis conocer a Hardin.

Bueno, renacidos. Aquí tenéis una entrada diferente que espero que os guste. 
¡Feliz miércoles y feliz junio!



Unos dedos largos y sedosos aterciopelando la piel de gallina que se levanta antes de quedarse dormida. El frío que ya no congela sino adormece, las ganas de volverse hielo para fundirse con una llama, con una luz que no atardece. La llama que no se apaga, sino que aviva el deseo fugaz de querer volverse espada y atravesar las pieles. El tacto débil y frío de las dudas. La mirada vuelta oscura. Caricias en la nuca. Pasión, fervor, más dudas. 
Éramos nostalgia hasta que llegó el verano y encendió la llama. Perdimos la calma antes de usarla y usamos las palabras como ataduras en nuestra cama. El fuego ardió nuestro bosque silencioso y perdido. Aún hay animales que buscan sus nidos y crías mientras nosotros aprendemos a prender más las dudas, a olvidarnos de los olvidos. A querer más agua que no nos ahogue ni nos apague; a que nos gusten los ruidos. 
Fuego que quema el alma; hielo que nos congela las entrañas. Pasión, fervor, calor en la cama.  
Pisadas en la playa que llegan desde lejos, que calientan la arena, vino añejo que cae en la toalla. Se derraman los besos, las ganas se disparan. No hay nadie que nos observe, solo el mar y la playa. La arena cae en tu frente, y se mezcla con el sudor que ardiente busca la pendiente de mi espalda. Soy la cascada de tus deseos, tira en mí todos tus miedos que yo cumpliré tus sueños. Y el fuego es el dueño quemando y absorbiendo las sedosas caricias que caen de tu pelo. No te duermas mientras te veo, no descanses mientras te toco. Que tus ojos se vuelvan locos poco a poco. 
Cortinas que se corren, miradas que se visten de seda. Eres la marea que choca con las piedras. 
Fuego que quema el alma, pasión, fervor, calor en la cama.   
Desátame las dudas y enrédame en las tuyas. He decidido que solo por hoy seré mía y tuya; dejando que el calor nuble tus ideas. Vuélvete nube y lléname de lluvia la frente. Quiero ser la corriente que empape tus dudas. ¿Calor? mucha. ¿Pasión? sin duda. Pero el amor es lo que más me gusta en esta corriente que enciende mi vela cuando tu vida está oscura. 

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