lunes, 21 de marzo de 2016

En esto consiste

Buenas tardes, renacidos. Hoy no es uno de mis mejores días y me entristece pensar que se pueda ver reflejado en mis escritos. Pero, aun así, aquí tenemos en esto consiste. La causa de mi malestar es que, justo la semana que tengo de fiestas por tratarse de Semana Santa, he pillado una gripe de alucine. Me paso el día en cama, tumbada, quieta, como una estatua. Quien me conoce sabe que esto es un calvario para mí, porque necesito siempre estar haciendo algo. Soy incapaz de apenas dormir y de sostenerme en pie mucho rato. Vamos, horrible, renacidos. Pero bueno...

Esta entrada consiste en el amor. En esa maquina que nos mueve hacia un lado u otro, que nos persuade o manipula a tomar decisiones irracionales. Pero, por lo menos, habla del lado bueno del amor. No voy a extenderme mucho más porque quiero que lo leáis y necesito irme a descansar. Os pongo junto a la entrada, la canción de Manuel Carrasco: amor planetario. Es preciosa así que espero que os guste. ¡Ah! Y el gif pertenece a la película "Diario de un Zombie Adolescente".
¡Feliz lunes de semana santa!


https://www.youtube.com/watch?v=NsKh5kRjLQU



Y en eso consiste. En esperar desesperadamente en la puerta de un bar perdido de la gran ciudad, atestado de recuerdos con olor a carmín corrido de sus labios tras las copas de vino. En encontrar razones irracionales para fracasar, caer, perder y aun así seguir buscando el hilo que unía nuestros dos dedos al picaporte perdido de tu puerta a medio cerrar por el viento, a medio abrir por el destino. No es que sea muy valiente y use escudos en vez de lentes para ver de cerca, para encontrar las mareas que esconde tu pelo. No es que sea diferente a la clase de chicas con las que has coleccionado fotos a medio recortar entre tu boca y su mar. No es que sea divertida, guapa e inteligente. Tengo miles de razones para tirar por la borda este tipo de declaraciones hechas adrede para nunca encontrar a la persona ideal, a la mujer u hombre que te acompañará sin ser tu sombra, sin ser tu alma, sin ser el mal. Nunca se me dio bien contar. Llevaba a cabo ecuaciones a medio quemar que dejaban de tener sentido cuando sin querer me ponía a dibujar o conjugar. Sabía que existían muchos números: el tres, el ocho, el cuatro, el cero, el seis... Pero no los tenía en cuenta al caminar, me olvidaba de teoremas o de figuras absurdas que intentaban hacerme pensar de forma abstracta, de llegar a conclusiones baratas que me reportarían fama, astucia o simplemente una cualidad para poder decir que yo era inteligente. 
Nunca fui muy guapa aunque intentaba serlo de cara a la gente. Usaba maquillaje en polvo, raya líquida y desodorante gaseoso. No era mujer 90, 60, 90; pero como no era inteligente aquella parte de mí no se lamenta. No lo entiende, no comprende y no quiere hacerlo igualmente. 
Nunca he sido muy divertida. Me asustan las comedias fingidas y lloro cuando noto que algo me humilla. No río, ni a carcajadas ni en ríos. Solamente sonrío a la vida que es la que realmente me interesa, porque sin ella nunca saldría ilesa de los chistes sobre princesas privadas de sus riquezas. 
Quizás la magia radique en ello. Quizás en esto consiste. En no buscar una similitud, comparación o cruz a cualquier media naranja que paseé su estampa delante de nuestra cara. Sino, en demostrar fervientemente que las mitades no están para ser troceadas, retocadas, ni mucho menos completadas. Las mitades son almas de doble filo que tan rápido te crees que han llegado hasta el ombligo de tu felicidad, como desaparecen sin dar paso a la duda o a la frialdad. 
En eso consiste, esto de amar. En leer reiteradas veces su nombre cerca del mar, borrar con tus pisadas los corazones que pintó en la playa y negarte a cortar los troncos para hacer de este amor un corazón roto y desgastado en una corteza que produce aspereza y espinas con forma de dardos a la historia que estáis llevando a cabo. En soñar en blanco y vivir en colores cargados de emociones, en colores a pie de estaciones con parajes en cada punto de libro, en cada una de las oraciones pertenecientes a: te quiero, me quieres.

Porque en eso consiste esto de amar, en que por fin alguien lo entiende.

No hay comentarios:

Publicar un comentario