Dentro de este tema encontramos mi nueva entrada que habla sobre las lágrimas relacionándolo con la lluvia y el amor. Para añadir sentido a la entrada he adjuntado la canción de Luis Fonsi llueve por dentro y el cuadro de Dalí. Es algo triste pero tiene un mensaje positivo si sois capaces de encontrarlo. Hay veces que se necesita conocer lo que el otro piensa incluso si es tristeza. Hay veces que hace falta conocer la otra cara de la luna y quererla. En fin, renacidos, espero que os guste.
¡Feliz sábado!
https://www.youtube.com/watch?v=01Klp2fArc8
Está lloviendo. El tintineo de las gotas me hace verlo más que oírlo, como copos de nieve que caen desde el olvido hacía el paraíso de los recuerdos. Hubo un tiempo en que yo misma llovía. Escupía lágrimas que caían de mis cuencos hacia la cama. Hubo un tiempo en que yo le amaba y aquello me partía el alma y los huesos. Escuchaba el sonido al romperlos. Se partían por dentro haciendo que cayese polvo en el desierto. Hubo un tiempo en que él me amaba y lloraba por dentro porque temía que su agujero me absorbiera. Sufría en silencio y yo gritaba por querer conocerlo. Pero de esto hace ya mucho tiempo, antes de que el hielo se descongelará, el cigarro se apagara, cortarán el hilo de nuestros dedos y el libro se acabara. Recuerdo cuando y como lloraba. Abrazada a las palabras que recordaba sin quererlo, escuchando canciones tristes que acunaban mis lágrimas. Me gustaba martillearme por todas las cosas que me pasaban. Hablaba mucho más de lo que callaba. Y ahora solo callo por no decir ninguna palabra, por el miedo de volver a partirme algo que no sea la cara. Ojalá mi muerte se acercara y lloviese el cielo de añoranza. Ojalá el rojo pintase mi alma de nuevo. Hace tiempo que los grises y las hojas caducadas no me dejan ver el cielo ni la esperanza. Es verdad que ya no lloro ni por fuera ni por dentro, pero si rozas lentamente aunque sea muy poco mi mano, notarás que escuezo. Hay algo que se rompe cuando ya no lloras por dentro y te lleva a la soledad del agujero en el que existo, en el que habito. Como también habitan todas las gotas de lluvia que se acumularon de mentira, porque no cayeron, porque nunca lo hacen, porque son secuaces del agujero. Vivo presa en un abismo de mentiras, de recuerdos. La lluvia ya no llama a mis parpados, ya no brilla con las estrellas, ya no me acerca al arco iris, ni me mece en su trenza. La lluvia ya no me visita por las noches o después de una mala noticia. No me sirve para leer escondida los domingos. La lluvia no me arropa ni es mi cobijo. Pero está lloviendo. Y a mares. Un llanto acude a mi pecho y me ahoga. No soy yo quien llueve o llora, eres tú ahora. Y pensaste que nunca te oiría porque cerraste la puerta de la cocina. Y pensaste que no te descubriría porque hace mucho tiempo que mis pestañas están cosidas. Pero sé que está lloviendo por tu cielo y veo como tu pecho se contrae. A veces es bueno llover por fuera, dejarse la puerta abierta y acudir a las tormentas de quien amas. Te besaré el alma si así llueves con nostalgia. Te abrazaré los miedos si así consigo poner un sol entre nuestras palmas para evitar llorar de nuevo si la vida nos separa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario