jueves, 22 de octubre de 2015

¿Te apetece leerme? Te reto a hacerlo.



Buenas noches, hoy es 22 de octubre y mañana emprendo un viaje inolvidable. No será así sólo porque el destino y las causas de dicho viaje sean especiales, sino porque se inician con un propósito que en cierto modo cambiará mi vida y el blog (si se logra mi objetivo). Viajo a tierras andaluzas para disfrutar del color especial que envuelve esas calles, esas personas, ese espíritu; pero no lo hago sola. Llevo conmigo una misión de color verde y envuelta por papel y letras con olor a tinta, con la que espero llegar a los corazones de muchas personas y que estas lleguen a ti, querido blog. Deseadme mucha suerte, renacidos, porque si lo logramos, pronto seremos más. No quiero adelantarme a acontecimientos pero me veo en la obligación de explicaros concretamente en que consiste. Mi misión es la entrada que pienso publicar hoy.  Buenas noches, y feliz jueves (de lo que queda).

¿Te apetece leerme? Te reto a hacerlo.

Buenos días, buenas tardes y buenas noches. ¿Sabes quién soy yo? Soy un milagro, una evolución, una esperanza. Mi gran ventaja es que muero muchas veces y conozco sus tenues fases. Conozco la tristeza de las almas confundidas, conozco la  luz oscura que nos anuncia todo en completo silencio. Realmente mi ventaja es que muero pero soy capaz de renacer. Lo hago entre tus labios, entre tus dedos o entre tus ojos. Las palabras son las causantes de mi eternidad, porque de la misma manera que el ave Fénix resurge entre sus cenizas, yo renazco entre las palabras. Sí, aquellas que ahogas en tu almohada, aquellas que dejas libertad con alas de mariposa o aquellas que nunca saldrán de tu alma. Renazco entre ellas, entre cada una de ellas, y sé cómo hacer para que seas testigo o participe de ello. Quizás ahora mismo no lo sepas, pero puedes efectuar un renacimiento pronunciando palabras, dejándote llevar por sus significados, por sus sonidos. Hay millones de sensaciones que producen un escrito, una canción, una imagen. Sé que cuando te hago pensar en una canción triste, piensas en ella. En esa que te hace crear recuerdos, dolor y miedo. Miedo a que la tristeza dure eternamente o simplemente a que sea real. Sé también que cuando te hago pensar en una imagen, recuerdas aquella fotografía y los recuerdos afloran, salen a flote. A veces te da pena pensar en ella, por melancolía, por dolor. Las cosas han cambiado y pese a que la imagen sigue bien dentro de tu alma intentas que cada día aparezca menos en tus pensamientos, en tus sentimientos, en tu dolor. Incluso has pensado en romperla para acabar con los recuerdos, pero tanto tú como yo sabemos que las cosas no funcionan así. Casi sería mejor enmarcarla, dejar que tus sentimientos renazcan cada vez que la veas. No te dejes caer en el pozo del miedo, de la melancolía, del dolor. Las cosas suceden por algo y podemos conseguir que sucedan cosas mejores. Como renacer entre las palabras. No creo que haya nada mejor que eso. Bueno, quizás un beso, un abrazo o una caricia a veces son mejores que las palabras; pero todos necesitamos un “te quiero”, “te necesito”, “estoy aquí”.

Quiero que sepas que me ha encantado mantener esta conversación contigo desde la distancia. Que hayas aceptado este reto demuestra tu valentía, tu corazón. Sin darte cuenta has abierto una puerta del Destino, ¿quieres saber cómo? Detrás de esta carta hay un número, un número que te identifica como tal. Gracias a este la carta con el sobre siempre te pertenecerá, pero no de forma tangible. El siguiente reto que tienes que hacer con ella es perderla en algún lugar donde alguien la encuentre: en una biblioteca, en el banco de un parque, en un supermercado, en un tren… ¡donde quieras! También puedes entregársela a alguien, pero recuerda que esta carta siempre te mantendrá conectada con aquella persona. Esa es la magia del destino. Con el tiempo esta carta con su número, si hay suerte, habrá pasado por muchas manos y todas ellas formaran contigo un maravilloso grupo. El grupo del número 4, por ejemplo. Pero esto no es todo. Hay cartas que no tienen sobre. (Quizás esto explique que la tuya no lo tenga). Estas también tienen su número y coinciden siempre con un sobre. Por lo tanto, siempre habrá como mínimo dos personas que compartan este Destino: una con el sobre y la carta número 3, por ejemplo; y otro con la carta número 3. ¡Estáis destinados! ¿No os parece romántico? ¡Buscad vuestra pareja! Si queréis conocer a la otra persona que ha encontrado vuestra pareja sólo tenéis que poner en las redes sociales: #yoheencontradoel3 (si tu carta o tu carta y sobre es el 3) si es otro número pues lo cambias. 
¿Te ha gustado? Eso es porque eres romántico o aventurero, aunque sea un poco. Si quiere continuar renaciendo entre ellas, te invito a visitar 

http://renacerentrepalabras.blogspot.com.es/   

Un enlace algo largo, lo sé. Dentro de este blog podrás conocer tus miedos y los míos, superarlos y sobretodo renacer entre palabras. Buenos días, buenas tardes y buenas noches, renacidos. Te reto a conocer mi mundo. ¡Qué el destino siempre te acompañe sobre 3, este es tu número!

#RenacerEntrePalabras #yoheencontradoel3

miércoles, 21 de octubre de 2015

La vida no es así, puede ser así

Buenos días, hoy es veintiuno de octubre, un día más y un día menos, un día especial o un día como otro. El único cambio lo marcas tú, con tus actitudes, con tus decisiones y con tus experiencias. Sonríele a la vida y abrázala, ese siempre será mi consejo. Mi siguiente entrada trata sobre la vida y la sociedad que hemos ido imponiendo. Una sociedad, a mi parecer, absurda, represora y extraña. Quizás la falta de muchos cambios la hayan convertido en esto, y digo quizás por no decir que es así. Bueno, de esto trata mi entrada de este miércoles. Dentro de poco comentaré una actividad que estoy llevando a cabo y que me mantiene muy ilusionada y expectante. Solamente puedo decir que se mantiene relacionada con un sobre verde. Os adjunto una canción de James Newton Howard que da vida a la banda sonora de "Soy leyenda" una preciosa película que os recomiendo ardientemente. Feliz miércoles y renacer siempre entre palabras. 



https://www.youtube.com/watch?v=I5-7aDRE0Aw


La vida no se hizo para que fuese sencilla, pero ¿realmente no lo es o conseguimos que no lo sea? ¿Lo habéis pensado? Creemos en un doble cielo compuesto por nuestras ideas imposibles y nuestros hechos cumplidos. Creemos en sensaciones, en pensamientos, en sentimientos que no se pueden ver, oler, tocar; que no existen más allá de nuestro cuerpo, de nuestro cerebro, de nuestro ser. Creemos en el viento, en las estaciones, en los sueños. En los para siempre y en los nunca jamás. En lo que nunca viene y en lo que siempre vendrá. Vivimos, nos enamoramos y morimos. Entre medio de esta cadena pasean sus formas el orgullo, la traición y la ignorancia. Vivimos en una sociedad que manipula la cadena, y que piensa que los tres figurantes son los verdaderos protagonistas. Los utiliza, los compra y los vende a su antojo, obligándonos a comprarlos, a venderlos y a utilizarlos. Traicionamos por orgullo, por ignorancia. Nos ignoramos por una traición, por orgullo. Somos orgullosos por una traición, por ser ignorantes. Pero continuamos viviendo, enamorándonos y muriendo. A veces morimos enamorados. Siempre morimos viviendo. Pero pocas veces vivimos en medio de la muerte o enamorados.
Pensamos en como ganar, porque perder parece el mayor error cometido y cometerlo es como permitir que alguien lo gane. Creamos necesidades innecesarias, temores infundidos, reproches sin sentido. Hilos y esqueletos que nos muevan y que mover. Sentimientos opuestos que nos queman en la piel. 
Jugamos con las personas, con la vida, con las decisiones y con los días. Decimos que todo es cosa de un Destino y de este modo ocultamos nuestras verdaderas y retorcidas intenciones, nuestros errores, nuestras equivocaciones. Somos crueles máquinas que manipulan los sentimientos, que los extirpa, que los retuerce. Creemos en el Karma mientras matamos, mientras herimos, mientras morimos. Nos inventamos una falsa consciencia, decimos que es un ser que nos hiere, que nos aconseja. Todo para limitar nuestros fallos, y después por si acaso no hay bastante con este ser, nos inventamos un cielo, una justicia. Nos inventamos leyes que acusan a inocentes y acusados que parecen y no lo son, inocentes. Todo para limitarnos, para atarnos y reprimirnos. Pero no nos basta con estos ideales, con estos inventos perpetuados por la toma de contacto, también creamos un reloj. Un reloj de arena que nos llena de tierra el alma, que nos presiona contra el cristal y nos asfixia con la falta de aire, de más tiempo, de más días. Nos inventamos que cuando crecemos ya no debemos saltar, gritar o correr; a no ser que sea por necesidad, por supervivencia, por vivir. Vivir más días limitados, asfixiantes, inventados. Creamos sin querer un invernadero a nuestro alrededor que nos convierte en hortalizas maduras o inmaduras, aceptadas o inadaptadas en una sociedad corrupta, crítica, inventada. Nos insultamos, agredimos y criticamos, porque lo hemos visto hacer, porque lo hacemos sin ser vistos y porque lo harán viendo que esta mal hacerlo. Creamos etiquetas para que nadie sea igual pero para conseguir que todo el mundo quiera homogeneizar. Somos normales, no somos normales; somos felices, no somos felices; somos conocidos, no somos conocidos. Todo importa en este mundo anormal, infeliz y desconocido. Inventamos grupos en el que solo podemos permanecer en uno, en el que no se puede mezclar, innovar, transgredir. Decimos que cambiamos, que evolucionamos pero seguimos con las mismas rutinas y con los mismos espacios. Continuamos sentados en una silla, sin movernos, sin opinar, sin vivir. Solamente nos dejan escuchar, pestañear y respirar. La moda es para delgados, para esqueletos humanos, para insensatos. Sin embargo todos la usamos, la consumimos, la deseamos. A partir de ella nos siguen atando. Y cada día más y más, nos limitamos a un sistema, a una opresión y a unas reglas. Dejamos de ser creativos por culpa de la frialdad con que se pinta en el invernadero. Dejamos de pensar en un presente para recordar el futuro que nunca llega del todo. Consumimos más y más, y soñamos menos. Cuando lo hacemos, olvidamos como eran, como volábamos, como nos superábamos. Nos empeñamos en construir día a día un puzzle e ir uniendo las piezas sin pararnos a pensar el porqué tiene que ser así, el porqué no puede cambiar. Quizás ese puzzle se puede transformar, pero nunca lo verás porque aunque no lo creas mantienes los ojos bien cerrados. No nos gusta no entender alguna cosa, por eso juzgamos a Picasso, a Kandinsky y a Dalí. El surrealismo es surrealista, el impresionismo no nos impresiona. Son términos inútiles, que sólo unos pocos dicen que entienden y que de todos estos solamente dos son los que no mienten. Soñar, crear, inventar; todo una farsa. Repetir, copiar y mentir; la realidad.

La vida no se hizo para que fuese fácil pero tampoco para que sonase difícil. La vida es un vals de Tchaikovsky, es eso que aparece mientras sueñas, mientras pintas, mientras callas. No permitas que alguien te obligue a limitarte. Rompe las cadenas con un pincel o con un lápiz. 

martes, 20 de octubre de 2015

Si hoy se acaba el mundo...

Buenos días, hoy os traigo un intento de plasmar mediante rima una catástrofe múltiple. La primera de ellas es el fin del mundo y todo lo que lleva consigo esta noticia. La segunda es el no confesar tus sentimientos a alguien y saber que jamás podrás hacerlo debido al fin de todo. A partir de esta reflexión, que tiene como partida una canción de Pablo López (VI), quiero haceros pensar en todo aquello que podemos hacer ahora y que no debemos dejar para un futuro incierto. ¿Para qué esperar a mañana y confesar que estás enamorado, que estás decepcionado? ¿Qué tiene de malo hoy? Piensa que nunca sabes lo que el mañana trae, que sólo es cierto el ahora que en cierta manera no deja de ser el pasado próximo. Quizás hablar del tiempo es un tema muy relativo, pero la idea es intemporal. Siempre es mejor hacer hoy lo que piensas hacer mañana. Ya sabes lo que dicen: "Nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Bueno, pues de eso trata mi entrada. Debo decir que esta está muy marcada por la rima y quizás sea algo más extraña que las hechas anteriormente, lo reconozco. No obstante os invito a conocerla, a comentarla y a renacer entre sus palabras. Feliz martes.  

https://www.youtube.com/watch?v=1owGTcbOpPM



Si hoy se acaba el mundo puede ser que tú todavía no lo sepas, que continúes haciendo tus poemas y tus tareas. Puede ser que pienses que es una lluvia como otra cualquiera, que te pongas a contarlas cuando caen en tu puerta. Quizás mires por la ventana pensando que las estrellas no morirán hasta mañana. Puede ser que barras los recuerdos de ayer y aspires a los que han de llegar. Sin imaginar que solamente suspires por los que nunca llegarán.

Si hoy se acaba el mundo puede ser que sigas sonriendo, esperando a que llegue corriendo y traiga tu correo. Puede ser que te calles o que hables, que cantes o que llores, que grites o que susurres. Quizás decidas escribir y morir entre las palabras, entre los versos, entre la calma. Quizás sin querer renazcas, entre las palabras, entre los diferentes diagramas, entre las azadas del tiempo. O quizás decidas romper tus flores, tus jarrones. Quizás ni pienses en que se esté acabando y te dejes llevar, con calma, con tranquilidad.

Si hoy se acaba el mundo puede ser que no lo sepa y que siga haciendo mi vida, entre sobres y reproches. Puede ser que siga pensando en ti tras cada lectura, tras cada ruptura. Quizás envíe todas las cartas a un mismo remitente y lo haga nervioso, esperando una respuesta, pero muy sonriente. Puede ser que ni sospeche que el fin se acerca, que nunca pasaré de tu acera y que jamás leeremos juntos las cartas que lleguen a tu puerta. 

Si hoy se acaba el mundo no sé si tendré el valor de decirlo, ni de callarlo; de explicarlo o guardarlo. No sé si podrás aceptarlo, si podremos lograrlo, vivir juntos un tiempo aunque sea marcado por el llanto. No sé si al final no se acabará el mundo, y podremos continuar juntos bebiendo de tus versos y de mis besos; de mis te quiero y de tus ¿cuánto es eso?


Sólo puedo decir que si hoy se acaba el mundo  quiero que sepan que contaste las estrellas cada noche intentando tocarlas con tus frágiles dedos. Que te gustaba pensar en los ceros, en lo eterno que nos trae la vida, y en lo efímero que pronto se lleva. Que fotografiabas cada puesta de sol, cada día que pasaba como si cada instante muerto siempre fuera el principio de algo nuevo.
Sólo puedo decir que si hoy se acaba el mundo quiero que sepan que exististe, que te quise y que tú nunca lo supiste.


lunes, 19 de octubre de 2015

Cada día que pasa es un día ganado

Buenos días, hoy como cada día se está disputando una guerra en la se juega más que nada. No hay apuestas, no hay derrotas ni victorias, hay días. Hoy es diecinueve de octubre, y es el día mundial contra el cáncer de mama. Como sabréis, esta lucha lleva disputándose en la Tierra durante años y resulta complicado saber cuando cesará. No obstante, nunca se ha dejado de luchar por las que hubo, por las que hay, por nosotras y por las que vendrán. Todas formamos parte de un mismo bloque, de una misma lucha. La lacra de esta sociedad, el cáncer de mama, esta maldita guerra, continúa buscando las fuerzas para continuar existiendo; pero con las investigaciones y avances, esperamos contar los días para que acabe. Esperamos que en un futuro cercano podamos recordar a las guerreras que hubo y a las nuevas guerreras que dejaron de llegar. Dejaron de hacerlo porque se fue la guerra, porque desapareció. La lucha continua que disputan contra su cuerpo, contra ese enemigo que se esconde bajo su organismo es la lucha más valiente que existe. Nunca se rinden. Por eso, hoy os damos las gracias. Gracias por hacernos creer en la valentía, en que las princesas guerreras existen, en que se puede luchar y lograr aquello por muy difícil que sea. Gracias a las que cayeron luchando, a las familias que lucharon con ellas, a las que continúan haciéndolo.  Gracias por ser como sois, por no dejaros romper, por continuar en pie. Gracias. Mi entrada va por vosotras. 

https://www.youtube.com/watch?v=fieiYUmBmFY&list=RDfieiYUmBmFY#t=86



Hay batallas en las que se disputan mucho más que el honor y el orgullo de un país. Hay batallas cuyas victorias saben a vida, a seguir sonriendo, a seguir luchando. Pero estas batallas son mucho más lentas y requieren más esfuerzo que cualquier otra. Implican pequeños pasos, gran valentía e inmenso apoyo. Se disputan dentro de un cuerpo, de un corazón, de un pensamiento. Llevan consigo millones de bombardeos si se pierden, pero más festejos si se ganan. Cada batalla se tinta sobre fuego en las almas de los habitantes de un pueblo, de un mundo, de un universo. Los guerreros visten tacones y llevan sus labios bien pintados por el rojo de la victoria, del esfuerzo. Muchas personas como consecuencia del miedo, desean colocar a estos guerreros en urnas de cristal cuyos muros sean inquebrantables por el dolor o la desdicha. Pero los guerreros son mujeres fuertes, valientes, que no se rinden por nada, por nadie. Levantan su poderosa y humilde espada, preparan su fiel escudo y luchan. Luchan día tras día, por su pueblo, por sus vidas, por continuar viviendo en paz. Ellas lo hacen por todos, por todas, por darnos esperanzas, para darnos fuerzas, para poder mantener aquello que todos necesitamos, la vida. Esa vida que parece tan complicada de alcanzar para aquellas que pelean en la cuerda floja, pero que se agarran con las uñas y no se dejan caer, mover o perder. Son invencibles porque su valentía y fuerza les hicieron así. Siempre serán inmortales, pero ellas no lo saben.

Quizás, a veces, creen que lo hacen solas, que su pueblo no se levanta ni va en su ayuda, pero todos luchamos por un mismo objetivo, por un mismo deseo, por una misma ilusión. La vida nos empuja fuertemente hacia las decisiones que ella elige, hacia donde ella desea; pero con la lucha podemos cambiar de dirección, alterar nuestro destino, trucar las reglas del juego. Un juego que se cobra millones de fichas día tras día pero que no cesa de generarse una y otra vez. Ellas son fuertes para conseguirlo, para ganar. Han soportado tormentas de noticias, tardes de dolor, noches de defensa y días marcados en blanco. Nunca se rinden, aunque muchas veces lo pensaron. Siempre continúan, aunque a veces se pararon. Levantando su espada demuestran su valor, la batalla por la que luchan, la ayuda que necesitan. Con el sol, sus luchas jamás serán depositadas en el olvido, siempre servirán de algo. Hoy es su día, pero no solamente lo es hoy. Ayer, hoy y mañana. Su valor, su lucha, su sonrisa reviven cada día, renacen entre las horas, entre los pasos que caminan. Han conseguido mucho, han luchado intensamente por lograr su propósito, pero todavía no ha acabado. Millones de guerreras se inician en su lucha o continúan en ella. Saben lo mucho que pueden perder, pero piensan en todo aquello que pueden ganar. Piensan en un abrazo, en un beso, en una carta, en un cena. Después de la batalla su lucha no acabará y lo saben. Continuará ejerciendo su poder contra el escudo, contra el valor, contra la fuerza. Pero ellas son fuertes, porque saben que cada día que pasa es un día ganado.

Tened valor, princesas. Luchad con todas vuestras fuerzas, luchemos gastando todo lo que nos queda, sin tregua, sin rendirse. Luchad y luchemos por avanzar en las investigaciones, por destruir las guerras con nuestro propio cuerpo. Luchad y luchemos por las que nunca se rindieron, por las que tanto perdieron, por las que aún lo estáis haciendo. Luchas y luchemos unidas, porque de esa manera, ninguna batalla será perdida.


sábado, 17 de octubre de 2015

Eso es el amor

Buenas noches, me gustaría agradecer antes de nada a todas aquellas personas que hayan gastado su tiempo en leer mis entradas. Cuando alguien tiene la necesidad de escribir, valora tanto que haya quien tenga ganas o necesidad de leerlas. Miles de gracias, renacidos. Poco a poco se está cumpliendo mi sueño si es que no se cumplió ya con la primera entrada. Y, como no, os animo a que dejéis algún comentario, reflexión o aquello que queráis. Me gustaría conocer más a fondo vuestros pensamientos sobre aquello que escribo. Ver que crítica tenéis sobre mis entradas. De forma privada he escuchado parte de los comentarios, pero, bueno, yo os animo a compartir vuestros pensamientos en el blog. 

Mi siguiente entrada es una reflexión sobre el amor. Sí, ese sentimiento del que nadie es capaz de escapar y del que muchos disfrutan. Ese sentimiento que cambia tu forma de pensar, de actuar y de dormir. ¡Cuántas noches habremos pasados abrazados a los recuerdos que trae al amor! ¡Cuántas noches habremos hablado con las almohadas sobre nuestros problemas en el amor!

Bien, pues de eso trata mi entrada, del amor. Adjunto a esta entrada una canción de Barrat Waugh, sobre Romeo y Julieta, mi historia predilecta con imagenes sobre la película. También, una imagen de una de mis películas favoritas, El Diario de Noah. Espero que os agrade, renacidos entre palabras, y que este fin de semana sea especial para vosotros de cara al amor. Recordar que nadie puede escapar de sus redes. Buenas noches y feliz sábado.

https://www.youtube.com/watch?v=4FHpmn-KYec





Hay tanta gente que no sabe lo que es el amor. El amor es plantar amapolas en las nubes cuando estas lluevan. Es escalar las paredes de tu corazón perforando con el tacón los sentimientos allí guardados. Es rasgar el papel que crea tu piel. Es colgarse de las pestañas con unos dedos como agujas. Es bailar sobre llamas. Es balancearse sobre un acantilado.  Es coser las entrañas. Es empeñarte en esperar lo inesperado. Es envolverte en pintura. El amor es cantar sin voz aproximando el tono al color cálido del sol. Es programar tu muerte. Es llenarte y vaciarte el estómago de mariposas. Es un compás, y un sin más. El amor es negarte a decir que no. Es asentir sin utilizar gestos, palabras, sonidos. Es llorar con las manos. Es refugiarse en tus miedos. Es tocar con las lágrimas. El amor es escuchar toser al aire. Es unir dos imanes iguales. Es suicidarse desde tu corazón. Es inventar una repetición. Es abrazar el agua. Es restar el tiempo que se suma. Es trepar sobre un plano horizontal. Es sentarse sobre un río. Es morder con la sonrisa. Es tirarse desde un tejado. Es que llueva en marte. Es que pueda besarte. Es regar el sol. El amor es creer en la justicia injusta de tu mirada. Es soñar sin cerrar los ojos. Es sin los ojos cerrar los sueños. Es jugar a ser maduros. Es gritar en el firmamento. Es equivocarse con el acierto. Es volar sobre el suelo. Es moverse quieto. Es contar las estrellas del cielo. Es callar con los pies y hablar con los dedos. Es dibujar todo el desierto. El amor es fotografiar el oxigeno y tragar el dióxido. Es aprender a ser ignorante. Es ignorar aprendiendo. Es hechizar con el cabello. Es dibujar el universo. Es pretender escapar de una isla en una botella con un mensaje de papel. Es pescar todos tus deseos. Es pecar con cada uno de ellos. Es esculpir tus desdeños. Es garabatear sobre el infierno. Es gritar dentro de una cueva. Es ensordecer del miedo. El amor es taladrar con un peluche. Es reservar el frío en tu oído. Es escapar corriendo hacia el peligro. Es escupir los errores. Es saltar sobre el hielo. Es hacerte reír con una mala noticia. Es cortar el tiempo. Es retrasar el invierno y adelantar el incierto. Es dormir despierto. Es cuando me arrepiento. El amor es no querer quererte, pero terminar queriendo. Es concienciarte de que siempre lo he hecho. El amor es un silencio en medio de un grito. Es un mito. Es un sin sentido. El amor es todo y nada; poco y mucho; siempre y nunca; tormenta y calma. El amor fue, es y será.

Hay tanta gente que no sabe lo que es el amor. Muchas veces me preguntan y yo sólo puedo contestar cuando te miro. Porque, querido, eso es el amor, un contigo.



jueves, 15 de octubre de 2015

Siempre tan pendientes de todo hasta que...


Buenos días, hoy me he despertado con una energía tan intensa que creo que si no llego a escribir aquello que llevaba tiempo creando sin ser consciente de ello, alguien se hubiese vuelto loco escuchándome. Necesitaba disfrutar una vez más renaciendo entre palabras, dejando que las diferentes letras me hiciesen resurgir de nuevo. ¡Es tan maravilloso poder expresar aquello que sentimos y con lo que nos sentimos identificados! Se puede hacer de tantas formas... A partir de un dibujo, un escrito, una canción, un poema, una entrada. Yo opto por la entrada cubierta de canciones. Esta vez, lo hago con un tipo de música que sí lleva letra, pero que me hace sentir millones de emociones. La canción es de Birdy, una cantante que me recuerda muchas veces a mi forma de expresarme y de sentir. Bueno, entrando más en explicación, mi nueva entrada titulada "Siempre tan pendientes de todo hasta que..." es una forma de mostrarnos los condicionantes que manejan nuestra vida. A partir de esta entrada espero haceros sentir mis pensamientos más profundos acerca de algo que me mueve siempre con cada paso que tomo. La respuesta a este estímulo que me mueve es la respuesta final de esta entrada. Bueno, sin ir más lejos, os dejo la entrada esperando que os agrade. Feliz jueves.

https://www.youtube.com/watch?v=OmLNs6zQIHo


Siempre tan pendientes de como se mueven las agujas de reloj, de como van caminando por el tiempo arrollando el paso que recorren, de como se va recortando la vida entre esos días celebrados, entre los segundos monótonos, entre las decisiones sin consciencia. Siempre tan pendientes de las ingratas decepciones que nos hunden en el pozo más profundo de la aflicción y nos atrapa durante décadas de soledad. Sin pensar que de ahí pocas veces saldremos y que si lo hacemos nunca podremos decir que estuvimos en él. Siempre tan pendientes de los sueños incumplidos, de los que se quedaron abandonados en la esquina de los imposibles, de los que no hacen más que recordarnos en el pozo que seguimos metidos. Esos sueños que nos atrapan, nos liberan y nos asfixian dándonos aire para respirar. Esos sueños que son nuestros y de nadie más. Siempre tan pendientes del dinero que nos abandona, nos utiliza, nos vende, nos compra, nos duele, nos hiere, nos quema. Ese vil metal que parece ser el dueño de nuestras emociones, de nuestras experiencias, de nuestras posibilidades. Parece ser y lo es. Consigue lo que se propone, se propone lo que consigue y nunca deja de innovar, de desear cosas nuevas, de hacernos perder cosas conseguidas mientras nos hace creer que seguimos adquiriendo más y más. Nos dejamos comprar y después nos vendemos. Somos un ciclo que solamente el dinero maneja, corteja, despeja. Siempre tan pendientes de los excesos que nos  ahogan, que nos atan de pies a una roca, a un acantilado, y nos lanza desde el puente de la falta, del vacío. Siempre tan pendientes de que llueva para poder secarnos, de que haga sol para volver a mojarnos. Siempre tan pendientes de las finitas tormentas y las eternas calmas que nos persiguen tras cada pincelada. Esas que nos piden libertad atados a una cadena. Siempre tan pendientes de lo que nos quitan, de lo que se va, de lo que nos quieren, de lo que no vuelve. Siempre tan pendientes de dar para recibir, de recibir para dar, de no cesar en nuestro empeño de hacer aquello que queremos que nos hagan. Siempre tan pendientes de vivir con un borrador e ignorar el lápiz de vez en cuando, de no creer que somos nosotros quienes creamos nuestro rastro, nuestro retrato. Siempre tan pendientes de soñar una vida y de vivir un sueño. ¿Qué es realidad? ¿Qué es ficción? Siempre tan pendientes de oír lo que nos dicen, de decir lo que queremos que oigan, de callar lo que nadie soporta. Siempre tan pendientes de correr, de saltar, de reír, de llorar. Siempre tan pendientes de descansar mientras volamos, de crear lo que destrozamos. Siempre tan pendientes de limpiar lo que ensuciamos y ensuciar lo que limpiamos. Siempre tan pendientes de luchar por lo que deseamos y huir de lo que odiamos. Siempre tan pendientes de tantas cosas hasta que llega el amor y comprendemos que con él vivir en un pozo de decepciones, atados a una piedra en medio de un océano de faltas y excesos, con o sin dinero, con o sin lluvia, con el tiempo a favor o en contra, consiguiendo o perdiendo oportunidades, consiguiendo tanto perdiendo tan poco, oyendo o callando, sentado o volando, soñando o viviendo, riendo o llorando, luchando u odiando; no importa. Siempre tan pendientes de tantas cosas hasta que llega el amor y comprendemos que todo lo demás no importa, que todo lo demás nos sobra. No sé que tendrá el amor, pero nos hace no estar tan pendientes de la vida y vivir estando pendientes de él.




martes, 13 de octubre de 2015

Felicidades, mi paisaje.

Buenos días, con las gotas de lluvia que caen sobre el cristal me gustaría celebrar este día en el que cumple años alguien muy especial en mi vida. Parece que no sea casualidad que este trece de octubre se vea empapado por las lágrimas del cielo, puesto que la mayoría de momentos que hemos compartidos se vieron inmortalizados por una capa de lluvia. Es casi necesario que llueva y no cese de hacerlo. Ambos sabemos que pese a que las circunstancias que nos rodean nos hacen permanecer lejos, los sentimientos que nacen sin parar nos mantienen más unidos que a nadie. Crecen y crecen como lo hacen las amapolas en primavera, absorbiendo la luz y proyectando ese aroma discreto y personal que las hace únicas. 

En esta vida hay cosas difíciles, hay cosas complicadas de realizar, pero no imposibles. Pese a los impedimentos que a muchas personas alejaría, con nuestras acciones día tras día hacemos más posible que nieve en verano. Incluso lo puedo visualizar. Esa nieve cayendo lentamente de las nubes e inundando un paseo de calor, de emoción, de nostalgia. Cayendo sobre nuestras manos, unidas.

Hace días vi una fotografía que él compartió y me resultó muy chocante todo lo que me producía. Era un lobo blanco. Le identificaba completamente. En ella se podía ver la calma y madurez como facetas cercanas a su aspecto, como parte de su tapadera. Pero mirando fijamente a sus ojos podías ver más allá. Quizás aquello fue lo que me atrapó. En sus ojos se contemplaba un paisaje inmenso de sensaciones y emociones que no dejaban de nacer. Parecía que aquellos ojos te invitasen a adentrarte en aquel paisaje misterioso. Y no te daba miedo hacerlo. Poco a poco, lo está consiguiendo. Con el paso de los días recorro ese eterno paisaje en el que no cesan de aparecer nuevas estrellas, nuevos ríos, nuevos árboles. En ellos escribimos nuestros sueños, nuestras esperanzas y tachamos nuestros miedos. Somos un camino infinito que acaba de empezar y aunque no sepamos como se bifurcará, sé que ya nada nos puede hacer extraños.

Uriet, esta es mi forma de agradecerte que me hayas permitido conocer una pequeña parte de tu paisaje. Me muero de ganas de pintarlo y de inmortalizar en él los sentimientos que me produces con cada palabra, con cada sonrisa. Espero que no sea más que el principio y deseo que pases un fantástico cumpleaños. Dentro de poco podré volver a verte. T'estimu molt petitó.




PD: https://www.youtube.com/watch?v=RA4gD606n1Q
PD2: 24 Agosto. "Que se entere el mundo que de amor también se puede vivir, de amor se puede parar el tiempo".
PD3: ¡Qué martes trece más rico!

lunes, 12 de octubre de 2015

Cuando llegue diciembre

Buenas tardes. Antes de empezar con mis entradas y mis explicaciones, decir que hoy es el día de la Hispanidad y que por lo tanto es un día de celebración. No obstante, mi entrada no viene relacionada con este tema en absoluto. Es más, vería bastante complicado dedicar una entrada a este festejo. Siempre soy más de quejarme por aquellas fiestas que me desagradan que por aquellas que me "agradan". Lo habréis comprobado... Sí, pero no soy de esas personas que prefieren remarcar aquello que les disgusta más que aquello que adoran. Creo que en esta vida se debe de valorar tanto lo bueno como lo malo, aunque muchas veces sea imposible hacerlo a partes iguales. Bueno, dejando de lado este tema, me gustaría introducir mi entrada llamada "Cuando llegue diciembre". Este título viene dado por la canción que encontramos debajo y que corresponde a una película animada que me gusta muchísimo, Anastasia. Del mismo modo que adoro la película, la música y las sensaciones que me transmitían de pequeña y me siguen transmitiendo, adoro la historia de la familia Romanov. Esta historia, junto con otras forman parte de mi top ten de curiosidades. La tortura y crueldad que baña la muerte de esta familia me resulta demasiado interesante como para mantenerme al margen. Sobretodo, la historia de Anastasia y la posibilidad que se barajó de que siguiese viva después de la revolución, han producido en mí sensaciones de desesperación. Durante una temporada ansiaba, necesitaba saberlo. Actualmente estoy más relajada en este aspecto (: 
Bueno, pese a todo, la entrada no habla ni de los Romanov, ni de la hispanidad, ni de como soy. Quizás esto último sí, puesto que todo lo que escribo proviene de mis sensaciones y experiencias. Mi entrada, habla de la llegada del mes de diciembre como causante de una ruptura y de algo todavía más trágico. Y sin ir más lejos os dejo el enlace con la canción que podéis oír mientras leéis la entrada. Feliz lunes, y renacer siempre que podáis entre las palabras.

https://www.youtube.com/watch?v=EVgcKyEJrbU




Cuando llegue diciembre. Sé que cuando llegue diciembre todas esas hojas que mecen tu cabello caerán con un suspiro desapareciendo en la eternidad de las promesas sin cumplir. Cuando llegue sé que no tendré fuerzas para volver a tocar tu piel de cristal, de frío cristal que se habrá convertido con el helor de los días. Por ello, cuando llegue diciembre, huiré hacia el pasado verano, hacia los recuerdos que todavía renacen de la cercana calidez que inundaba las calles. Viajaré muy posiblemente hacia el centro del final, para poder reunir las palabras que no te dije y dejarlas hibernar todo diciembre. De esta manera podría vivir todo diciembre, entre los cumplidos que no cumpliste, entre las copas de sal que endulzamos y entre los besos que congelamos. Sabíamos que algún día revivirían y nos harían estremecer, pero todavía era verano en ese entonces. Éramos jóvenes ancianos que jugaban a no verse con los ojos bien abiertos. Pocas veces lo conseguíamos en verano, pero quizás en diciembre...

Sé que cuando llegué diciembre posiblemente hayas desaparecido para poder encontrarme o que yo haya encontrado maneras de hacerte desaparecer conmigo. Posiblemente el cielo siga arriba, ampliando nuestros sueños, y el suelo bajo nuestros pies recordándonos que son imposibles;  si es que los verbos que no conjugamos no se arman de valor y luchan contra la continuidad. Serían grandes escudos de hechos intemporales, castillos de arena que el mes derribará con sus deseos, con sus exigencias. Sé que cuando llegue diciembre con su orgulloso y egoísta instinto te alejará de mí. Y mientras eso ocurra, yo seguiré buscando el verano, el verano contigo y sin mí. 

Sé que en diciembre seguirás vistiendo en camisas de papel que se deshacen con la lluvia de tus dudas, que seguirás llenando tus sonrisas con manchas de pintura. Sé que cuando este mes llegue llegaremos tarde. Tarde a las historias junto a la chimenea, a los abrazos que curan el frío, a las caricias que rompen el miedo. Quizás eso sea lo único bueno de diciembre, que sabré muchas pocas cosas de ti. Y que miraré a las estrellas buscando el punto intermedio que unía tu espalda con la mía, encontrando simplemente la línea que nos hacía crecer alas cuando caíamos. Sé que en la oscura soledad hallaré las respuestas sobre las preguntas que surgieron en verano, aquellas que nos hicieron creernos más que humanos y que garabatean tu reflejo en el agua.  

Sé que en diciembre los días no son días, y la vida no será vida sin ti. Pero esto no sólo lo sé de diciembre, pues ocurre en todos los meses, hasta los eternos y cálidos meses que componen el verano. Te conocí, te aprendí, te perdí. Como perdí al verano y a los otros meses de forma lenta y cruel; y como poco a poco fui y voy perdiendo la vida.  Ahora sólo nos queda que te quede diciembre. Porque, dime algo si eres capaz de hacerlo, ¿de que me serviría llegar a diciembre sin ti?





sábado, 10 de octubre de 2015

Nosotros nunca fuimos, nunca somos, ni nunca seremos

Buenas tardes, después de mucho tiempo sin aparecer por mi querido blog aquí he vuelto llena de emociones, de sensaciones y de experiencias. Cada día es algo nuevo, algo que aprendemos y creo que lo más importante que podemos hacer es permitir que la gente sea participe de ello, que se empape de nuestros nuevos conocimientos y que nos permitan empaparnos de los suyos. Esta nueva entrada es una reflexión sobre lo que podemos ser o no con alguien. Muchas veces perdemos oportunidades a causa de malas decisiones o de callar aquello que necesitamos explicar a gritos. Mi consejo antes de mostrar la entrada es que abráis la coraza que oculta vuestros miedos, vuestras inseguridades y vuestros deseos. No hay nada imposible sino cosas difíciles de realizar. Todo se puede lograr si se da todo de alguien y se hace con el corazón. Confesad aquello que os atormenta. Manifestad vuestros sentimientos si no quieres conseguir que nunca fuisteis, nunca sois y nunca seréis. Y sin ir más allá, aquí os dejo mi entrada. Feliz sábado diez de octubre. 

https://www.youtube.com/watch?v=RLwTyMZSp34



Nosotros nunca fuimos, somos, ni seremos. Y eso es así. Nada lo ha podido cambiar, nada lo puede cambiar o lo cambiará. Todo pasó, todo pasa y todo pasará. Como pasan las gaviotas cada año por aquel punto donde todo se acaba, donde todo empieza y donde nunca pasa nada, ni las gaviotas. Nunca fuimos, nunca somos y nunca seremos esa gota de lluvia que se pierde en un frío cristal después de impactar gravemente contra él. Esta se desvaneció, como nuestras posibilidades de ser ese tren que nunca encuentra su propia estación; ese árbol rodeado de un bosque que le hace sentir solo, desamparado e ignorado. También sé, que aunque te niegues a creerlo nunca fuimos, nunca somos y nunca seremos esa estrella que desea ser una libre y finita estrella fugaz. Quizás por miedo, por rechazo o por asombro jamás lo fuimos, jamás lo somos, jamás lo seremos. Como tampoco aquella canción triste que nos hace sonreír; aquella nube que no cesa de cambiar de forma, pero que sigue siendo la misma de siempre; aquel grito provocado mediante silencios, suspiros y lamentos; aquel fuego que baila entre sus cenizas. Tú te convertirás en las tuyas y yo en las mías. Pero nunca fuimos, somos o seremos aquel recuerdo que se almacena en un viejo baúl olvidado; aquel viejo amigo que nunca se vuelve a ver; aquel cuadro que rodea el cielo por espirales y estrellas; aquel reloj que empezó a atrasar el tiempo. Quizás aquel hubiese, es o sería la solución. Atrasar, parar o adelantar el tiempo, este que nos paraliza y nos impidió que fuésemos, que somos o que seamos aquel espejo que refleja otro espejo; aquellos bailarines que no saben caminar, sentarse o mantenerse de pie, simplemente bailar; aquellas luces que nunca se apagan porque viven oscuras; aquel teléfono que se hace sonar con el silencio; aquel libro que se empezó a leer y que dejó a los personajes estancados en aquella parte, inmóviles e infelices. Quizás así nos quedamos nosotros en un universo imposible, desértico y blanco donde jamás podremos ser aquella hoja que intenta con todas sus fuerzas aguantar en la rama todo el otoño; donde jamás veremos llover al sol, ni brillar las nubes; donde las canciones nunca acaban; donde la vida es el final y la muerte el principio; donde la injusticia es solo una palabra manchada por la tinta de una suave pluma.
La culpa fue, es y será del amor. Aquel sentimiento que es una tormenta de emociones contenidas, un tsunami que nos salvó llevándonos a la muerte, un paraguas para el corazón. 
La culpa fue, es y será del odio. Aquel sentimiento que es una calma de emociones compartidas, una ola que nos condenó llevándonos a la vida, una sombrilla para la cabeza. 
Sé que  poco a poco lo olvidaré. Olvidaré lo que no fuimos, somos, ni seremos. Olvidaré que pudimos conseguirlo, pero que no lo hicimos. Olvidaré que fuimos, somos y seremos aquellas estaciones que no se tocan. Olvidaré que fuimos tan cercanos y a la vez distantes como el sol y la luna; que nos gustaba no gustarnos lo mismo. Poco a poco lo iré olvidando como aquel violinista que se olvida  de tocar mientras sus dedos buscan el instrumento. Pero lo que nunca olvidaré es que nunca fuimos, somos, ni seremos.