domingo, 13 de septiembre de 2015

Introducción a mi pasión
















Buenos días. En este cálido domingo me gustaría compartir algo que es muy especial para mí. En la mayoría de entradas, me dedico a interpretar, comentar o reflexionar sobre el estímulo que me produce una imagen, una canción, una pintura... pero todo de forma ajena y lejana. Todavía no he sido capaz de comentar aquello que es obra de mis manos y me parece demasiado pronto para ello, pero no para que vosotros lo hagáis. Veréis, hoy hace una semana que comencé este camino del cual veo imposible separarme. En poco tiempo, este blog se ha convertido en algo necesario para todo. Mucho lo debo a los comentarios que oigo sobre él. Comentarios con ideas, felicitándome o simplemente explicándome lo que sienten al leerme. Millones de gracias. 
Mañana, para mí y para muchas personas, se abre otra etapa. Empieza mi segundo año en la universidad y quizás este sea motivo suficiente para publicar este escrito. Es algo así como un impulso a hacerlo. Por ello, en esta mañana de domingo, no escribiré en el acto sobre nada sino que publicaré algo que para mí es demasiado importante. Hoy es el día que publicaré el comienzo de uno de mis relatos. Antes de hacerlo me gustaría apreciar que soy nueva en todo esto, y por mi forma de escribir y desenvolverme se nota. De todos modos, siento que la escritura ha formado parte de mí desde que nací. Siempre ha ido apareciendo a lo largo de mis años de forma discreta, pero sin dejar de abrirse camino en mi personalidad, en mi día a día. Siendo muy pequeña comencé a hacer escuetos y extraños cuentos para entretenerme. Con ellos podía inventarme todo aquello que quisiese y era libre de imaginar e imaginar sin fin. Buscaba universos paralelos, dimensiones excéntricas o tiempos incomparables. Con la tinta del bolígrafo dibujaba un mundo envuelto en palabras, pero aquel mundo era demasiado absurdo y demasiado simple. No me importaba, la verdad. Pero el hecho de tener a alguien con quien compartir mis escritos me hizo tomármelo enserio. Quizás la razón de que escriba tenga mucho que ver con ella y con sus ganas inacabables de leer y leer. Pronto llegaron mis primas y sus ganas de oír historias e historias. Querían conocerlas todas, que les leyese, que inventase, que crease en el momento. Cree historias que a día de hoy veo horribles pero que me ayudaron a encontrar mi espacio. Con el paso de los años y rodeada de momentos únicos, escribí miles de historias inacabadas. Veía imposible encontrar una historia que fluyese tanto como para acabarla, como para colocar ese perfecto punto que se coloca al final de las historias. Por suerte, aquel día llegó, y lo conseguí, finalice una narración. A raíz de ello nacieron mis dos historias favoritas. Con ellas he vivido lo que han sufrido los personajes, lo que han reído y lo que han llorado. Una de ellas será la que empezaré a publicar aquí. Para mí, publicarlos en este blog es una forma de abrir más mi alma y mi mente hacia posibles criticas, hacia gratos consejos. Necesito ideas, ayuda, opiniones. Nunca dejo de escribir, de inventar nuevas historias, personajes, situaciones. Eso me llena tanto que veo imposible dejarlo. Mi sueño es algún día poder publicarlo definitivamente en papel, pero admito que aún me queda mucho que aprender y cada día lo hago. Cada día me empapo de nuevos escritos, de nueva poesía, de nueva narrativa. Para mí es un bálsamo todo esto y con que haya alguien que lo lea al otro lado, estoy más que feliz. No voy a demorarme más. A continuación os dejo un breve inicio de mi historia titulada Cuando soledad no te arrope. También añadiré el enlace a más música por si os agrada escuchar algo mientras leéis, lo cual ya parece un ritual. Muchas gracias por esta oportunidad y espero cautivaros aunque solamente sea un poquito. Feliz domingo día trece de septiembre de 2015.

https://www.youtube.com/watch?v=OanKZrGzFks

PD: la imagen corresponde a la película El diario de Noa. Es preciosa y más que recomendada! 



Cuando soledad no te arrope

"Nunca estás lo realmente sola hasta que Soledad te abandona. Siempre hay alguien que te acompaña; alguien que te da la mano; alguien que te lleva a pasear; que te aconseja. Siempre hay alguna persona que te sonríe mientras te despacha; que te mira mientras tú agachas la cabeza; que te piensa. ¿Qué más da si le importas o no? Ahí está. A tu lado. Y eso te hace sentir alguien. Eso te hace sentir especial, importante. Pero cuando ella te deja. Cuando te olvida. Cuando no te quiere volver a ver y sabes que así será. Cuando Soledad no vuelve. Nadie más vuelve. Nadie más te acompaña; nadie más te da la mano; nadie te lleva a pasear; nadie te aconseja. Nadie más te despide con la mano. Nadie más te sonríe mientras te despacha; nadie más te mira. Nadie más, te vuelve a decir… Santi."



No hay comentarios:

Publicar un comentario