martes, 13 de octubre de 2015

Felicidades, mi paisaje.

Buenos días, con las gotas de lluvia que caen sobre el cristal me gustaría celebrar este día en el que cumple años alguien muy especial en mi vida. Parece que no sea casualidad que este trece de octubre se vea empapado por las lágrimas del cielo, puesto que la mayoría de momentos que hemos compartidos se vieron inmortalizados por una capa de lluvia. Es casi necesario que llueva y no cese de hacerlo. Ambos sabemos que pese a que las circunstancias que nos rodean nos hacen permanecer lejos, los sentimientos que nacen sin parar nos mantienen más unidos que a nadie. Crecen y crecen como lo hacen las amapolas en primavera, absorbiendo la luz y proyectando ese aroma discreto y personal que las hace únicas. 

En esta vida hay cosas difíciles, hay cosas complicadas de realizar, pero no imposibles. Pese a los impedimentos que a muchas personas alejaría, con nuestras acciones día tras día hacemos más posible que nieve en verano. Incluso lo puedo visualizar. Esa nieve cayendo lentamente de las nubes e inundando un paseo de calor, de emoción, de nostalgia. Cayendo sobre nuestras manos, unidas.

Hace días vi una fotografía que él compartió y me resultó muy chocante todo lo que me producía. Era un lobo blanco. Le identificaba completamente. En ella se podía ver la calma y madurez como facetas cercanas a su aspecto, como parte de su tapadera. Pero mirando fijamente a sus ojos podías ver más allá. Quizás aquello fue lo que me atrapó. En sus ojos se contemplaba un paisaje inmenso de sensaciones y emociones que no dejaban de nacer. Parecía que aquellos ojos te invitasen a adentrarte en aquel paisaje misterioso. Y no te daba miedo hacerlo. Poco a poco, lo está consiguiendo. Con el paso de los días recorro ese eterno paisaje en el que no cesan de aparecer nuevas estrellas, nuevos ríos, nuevos árboles. En ellos escribimos nuestros sueños, nuestras esperanzas y tachamos nuestros miedos. Somos un camino infinito que acaba de empezar y aunque no sepamos como se bifurcará, sé que ya nada nos puede hacer extraños.

Uriet, esta es mi forma de agradecerte que me hayas permitido conocer una pequeña parte de tu paisaje. Me muero de ganas de pintarlo y de inmortalizar en él los sentimientos que me produces con cada palabra, con cada sonrisa. Espero que no sea más que el principio y deseo que pases un fantástico cumpleaños. Dentro de poco podré volver a verte. T'estimu molt petitó.




PD: https://www.youtube.com/watch?v=RA4gD606n1Q
PD2: 24 Agosto. "Que se entere el mundo que de amor también se puede vivir, de amor se puede parar el tiempo".
PD3: ¡Qué martes trece más rico!

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